Uno de los mayores riesgos para la salud de un soldador es la inhalación de los humos de soldadura.
Las medidas que protegen a todos en el taller son preferibles a aquellas que solo protegen al soldador. Por esta razón, se recomienda seguir una secuencia de medidas utilizando lo que se conoce como el principio «STOP», (Sustitución, Técnicas, Organización y Protección personal). Su objetivo es minimizar los riesgos desde la fuente del problema hasta la protección individual.
- Sustitución: Esta es la medida más efectiva, ya que elimina el riesgo desde su origen. Cambiar procesos, materiales o gases de protección para aquellos que generen menos humo puede reducir significativamente la exposición.
- Medidas técnicas: Implementar tecnologías de extracción y ventilación que capturen los humos en el punto de emisión. Los extractores locales y los sistemas de ventilación general son fundamentales para reducir la propagación de contaminantes.
- Medidas organizacionales: Establecer procedimientos y prácticas de trabajo seguras. Esto implica la formación continua de los trabajadores en medidas de seguridad y la correcta utilización de equipos de protección personal.
- Protección personal: Finalmente, proveer y utilizar equipos de protección personal adecuados, como mascarillas filtrantes, pantallas de soldadura y ropa protectora, para minimizar la exposición a contaminantes.
Este enfoque asegura que tanto empleadores como empleados trabajen juntos para crear un ambiente de trabajo seguro y saludable, reduciendo significativamente los riesgos asociados con la soldadura.
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